Si quieres triunfar, el lenguaje corporal es indispensable para provocar una buena impresión, generar confianza y mostrarte a ti mismo como una persona con una autoestima sólida, unos valores claros, disciplina o capacidad de liderazgo. Gracias a él puedes conseguir un puesto de trabajo -ya que es esencial en las entrevistas-, dar un discurso de forma magistral, comunicarte con los clientes de manera más cercana, exponer proyectos creativos o lograr contagiar la importancia de una idea.
El efecto del lenguaje corporal incluso cuando no te están viendo
Si bien existen gestos no verbales positivos y claves para lograr el éxito, como mirar a la otra persona a los ojos o mostrarse enérgico sin resultar arrogante o agresivo, también existen otros que según los expertos en oratoria o proxemia pueden perjudicar la percepción que desatas en los demás. Repasamos 14 de ellos a continuación.
14 errores de lenguaje corporal que no debes cometer
- Los hombros encorvados, la mala postura o una posición caida te harán parecer parecer pequeño, sin confianza o con falta de interés. Es importante que mantengas la columna recta, el esternón elevado, los hombres hacia atrás y la cabeza alta, en una postura relajada y no forzada.
- La barbilla demasiado levantada: Tener el mentón excesivamente arriba puede ser interpretado por parte de tu oponente, entrevistador o interlocutor como un síntoma de prepotencia y aires de superioridad, sensación que se acrecenta especialmente si estás de pie.
- Rechazar el contacto visual: Los expertos apuntan a que, aproximadamente, debes mirar a los ojos un 50% del tiempo a la otra persona mientras hablas -y un 70% cuando es tu interlocutor quien tiene la palabra-. No hacerlo nunca sugiere desvinculación, falta de compromiso, rechazo, desconfianza e incluso, algo que ocultar.
- Apretón de manos desmedido: Esta modalidad de saludo se basa en juntar la mano con la persona a la que saludas o acuerdas algo, pero no se trata de un pulso ni de una competición de fuerza. Un apretón firme pero suave es lo ideal.
- No sonreír: Por supuesto, esto varía mucho en función de cada cultura, ya que los gestos también están sometidos a códigos socioculturales, pero en muchos países sonreír de forma intermitente y natural a lo largo de la conversación produce una sensación agradable en los demás, y genera confianza, despertando la empatía.
- Estar agitado: Todos lo hacemos de forma inconsciente cuando estamos nerviosos, por lo que es importante que intentes sentarte -y sentirte- tranquilo y relativamente relajado en situaciones estresantes. De lo contrario, la gente pensará que está asustado, impaciente, o avergonzado de algo. Puedes ayudarte con objetos como este.
- Manos fuera de la vista: Poner las manos en los bolsillos es un hábito frecuente pero percibido de forma negativa, especialmente al pararte a hablar con alguien o en una conversación sentado. Lo recomendable es mantener estas partes del cuerpo donde las personas que comparten espacio contigo puedan verlas.
Los gestos que delatan a un mentiroso
- Brazos cruzados: Este gesto de lenguaje corporal señala resistencia o disgusto. Si quieres que las personas con las que estás hablando perciban tu interés en ellas y en su discurso, tus brazos deben estar en una postura natural.
- Piernas cruzadas: Aunque es otro gesto que varía mucho en función de la cultura, en países como Estados Unidos pueden indicar desconfianza.
- Inclinarse hacia atrás: Especialmente en una reunión, es percibido como un gesto muy negativo, sinónimo de cansancio y falta de atención. Si quieres causar una buena impresión, siéntate derecho o inclínate ligeramente hacia delante.
- Acercarse demasiado: Las leyes de la proxemia -ciencia que estudia la distancia corporal en función del contexto espacial y del grado de confianza- dictan que no debes invadir el espacio personal de nadie, salvo en la esfera íntima. Tampoco es recomendable tocar a las personas con las que no tienes confianza, puesto que podrías generarles incomodidad.
- Mirar demasiado el reloj o el teléfono: Aunque creas que estás siendo sutil, otros pueden notarlo y percibirlo como señal de mala educación. Si tienes que consultar la hora o el móvil por motivos familiares o laborales o a causa de una urgencia, explícalo verbalmente.
- Gestos grandilocuentes y excesivos: Muchas personas hablan de forma expresiva y gesticulando a través de las manos. En sí, puede ser algo bueno, pero deben ser controlados y suaves para no amedrentar a tu interlocutor o parecer prepotente.
- Puños cerrados y apretados: Las manos abiertas demuestran que está abierto e interesado en lo que la otra persona está diciendo. También indican amabilidad y que no tienes nada que esconder, por lo que rechaza los puños cerrados. Estos denotan nerviosismo, agresividad y falta de transparencia.
Vía | Inc
Pues hombre depende mucho de la situacion para interpretar correctamente al otro, suponte que aprieto los puños y al mismo tiempo cruzo los brazos de pronto estoy con una diarrea y me aguanto las ganas de ir al baño, no necesariamente estoy mintiendo…
Muchas gracias por el artículo, me fue de utilidad!